El perfil mayoritario de las personas que acuden a Cáritas para encontrar un empleo y abandonar la exclusión social a través del trabajo es el de una mujer de entre 36 y 45 años y con estudios básicos. En el País Vasco, a diferencia del resto de comunidades autónomas, los inmigrantes superan a los autóctonos en el grupo de personas que el año pasado participaron en las acciones de empleo y formación de Cáritas.
Jorge Torralbo, responsable vasco del Área de Empleo en Cáritas, indica que “los inmigrantes son los que se acercan más al perfil de persona castigada por la crisis”. En su opinión, la existencia de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) también ha contribuido a que entre los demandantes de empleo que recurren a Cáritas el porcentaje de personas de origen autóctono sea menor que en el Estado.
Otra característica propia de los servicios de empleo para personas vulnerables en el País Vasco es que llevan años apostando por las empresas de economía social. “La apuesta por la creación de empleo a través de la economía social es algo reciente en la Cáritas española, mientras que en Euskadi se lleva haciendo mucho tiempo debido a la existencia de una tradición ligada al movimiento cooperativo y porque sabemos que para algunas personas el mercado laboral ordinario no sirve y había que articular espacios propios, espacios de economía social”. Jorge Torralbo destaca que en el último año ninguna de las empresas de economía social en las que participa Cáritas de Euskadi ha perdido empleo.
Fuente: Noticias de Gipuzkoa