Las recientes elecciones municipales y forales han tenido como consecuencia más evidente un cierto cambio en la definitiva configuración de las alcaldías, Juntas Generales y Diputaciones. Se ha producido la alternancia en la gestión de algunas instituciones bien debido al carácter indiscutible de los apoyos obtenidos de la ciudadanía o bien como resultado de los pactos y acuerdos entre partidos no siempre ganadores. En todo caso se ha culminado un proceso democrático que sigue perfilando un panorama de amplia pluralidad.
Desde el punto de vista de la Economía Social vasca, el posicionamiento electoral de los partidos y plataformas que se han presentado a los comicios debe ser tenido muy en cuenta. Las políticas públicas se promueven y materializan a instancias de los gobernantes y, también a veces, de quienes ejercen la oposición. De entrada podemos decir que todas y cada una de las propuestas electorales que han obtenido resultados significativos incluyen el tema específico de la Economía Social. Y lo hacen, dejando a salvo los distintos enfoques particulares, otorgando relevancia a este sector en el marco de sus propuestas sobre políticas públicas.
El OVES/GEEB considera oportuno ofrecer alguna información al respecto y por ello se extractan a continuación las referencias más específicas que los programas electorales incluyeron. Todos ellos plantean la importancia de la Economía Social en el desarrollo local, fomento del empleo, cohesión social y, también, en su participación en los procesos de elaboración de las políticas públicas socioeconómicas. En ese sentido, se recuerda por algunos de los programas la determinación que la Ley 5/2011 de Economía Social establece en cuanto a la participación de las entidades de la Economía Social en los organismos e instituciones que precisamente asumen la función de asesorar, opinar y proponer a la Administración en materia de políticas públicas, normas y disposiciones legales y programas que impliquen a los agentes sociales. Es verdad que nadie recuerda que tal pronunciamiento a favor de participación de la Economía Social vasca ya fue planteado en 2008 por el Parlamento Vasco con la unanimidad de todos los grupos parlamentarios y también es verdad que poco se ha hecho al respecto. Por ello, renace la esperanza tras advertir que las instituciones democráticas se gobiernan y componen por quienes asumen tal cuestión en sus programas electorales.
Por tanto, hay cosas por hacer con el convencimiento de que las fórmulas y principios de la Economía Social vasca han de servir a la mejora de la situación económica y social. A continuación se exponen tales propuestas, extractadas por razones de espacio. Si se cumplen, a todos nos irá mejor.