La Mancomunidad de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de Irati, en el territorio Foral de Navarra, una zona rural de apenas 5.500 habitantes, ha diseñado y está implementando una moneda local, el irati, para incentivar la recuperación efectiva de diferentes fracciones de residuos, principalmente materia orgánica y plásticos no envases, con el objetivo de que se queden recirculando en la economía local. La entidad respalda la moneda social en Euros, por lo que un Irati equivale a un Euro y viceversa.
En 2019 ha iniciado la bonificación con esta moneda a las vecinas y vecinos que realizan una excelente separación de estos plásticos no envases —que suelen depositarse en el contenedor de restos—, llevándolos al Punto Limpio. Allí la Mancomunidad de RSU de Irati los compra a razón de 0,5 iratis el kilo de plástico bien separado.
El objetivo de esta compra o bonificación de buena separación en origen es reciclarla en las mejores condiciones de calidad, y acostumbrar a la ciudadanía que quiera colaborar y explorar ecosistemas más eficientes, también comercialmente. El plástico se destina a procesos de extrusión para fabricar composteras y mobiliario urbano mediante un acuerdo con la fábrica de Solteco, en Arnedo (La Rioja).
Desde su lanzamiento en 2019 ya se han puesto en circulación 1.500 iratis correspondientes a unas tres toneladas de plásticos que la ciudadanía ha separado y entregado, que se convertirá en vallado para las composteras comunitarias en 2020.
Hay más de 30 comercios del valle que aceptan el irati (el 90%, el apoyo del comercio es mayoritario), para pagar total o parcialmente las compras, así como para ofrecerlo como el retorno en los cambios a sus clientes. La clave que los comercios tienen claro es asegurar que recircule esta moneda, y evitar que los euros que la respaldan se fuguen del territorio a las grandes superficies y cadenas de la ciudad.
La presidenta de la Mancomunidad, Mabel Cañada, señala que en primavera esperan integrarse en la cooperativa de dinero electrónico EkhiLur. Las personas que separen residuos dispondrán de billetes de irati en mano, pero tendrán también la posibilidad de tener una cuenta de dinero electrónico. Es un proyecto similar al de la vecina moneda eusko del País Vasco Francés que implica a casi 1.000 comercios y mueve más de tres millones de euros equivalentes al año.
En enero de 2020 la Mancomunidad ha extendido el sistema de bonificación a la recogida domiciliaria de la materia orgánica, con 100 hogares voluntarios, y se espera incrementar hasta 300 al final de año, para llegar al total de los 1.500 hogares al final de la legislatura. Ya hay casi 500 hogares que participan en compostaje doméstico y comunitario. Entre la bonificación del compostaje o recogida domiciliaria de la fracción orgánica, y la bonificación y compra de los voluminosos plásticos no envases, Mabel Cañada considera que se mejorará en los próximos dos años la cantidad y calidad de la recogida de todas las fracciones de residuos, hasta llegar a solo un 10% de materiales que no serían recuperables e irían a vertedero. Ese ha sido el destino final de cerca de 1.000 toneladas a finales de febrero y la previsión para 2024 es reducirla drásticamente a penas 100 toneladas.
La moneda irati “se gana, casa a casa, día a día, separando de manera excelente los residuos para su óptimo reciclado, y adquiere vida circulando comercio a comercio”. La bonificación en orgánica equivale a una cantidad de hasta 15 IRATIS al semestre que solo podrán usarse en compras en el comercio local o para pagar las tasas de basura que en esta comarca son de las más altas del Estado. El comercio local ha sufrido especialmente desde la implantación de los grandes centros comerciales y cadenas en Pamplona a lo largo de esta última década.
Fuente: Reas Euskadi, El Pais