La cooperativa, que tiene por objetivo ofrecer unos servicios de cuidados y de atención a las personas, ha sido creada por un grupo de mujeres que ha decidido organizarse para mejorar sus condiciones laborales. Para ello, se ha creado una cooperativa integral de iniciativa social que pretente articular en una misma organización tanto a personas socias trabajadoras (cuidadoras) como personas usuarias (personas cuidadas) y colaboradoras.
La cooperativa pretende hacer frente colectivamente a los trabajos de cuidados y, en concreto, ofrece los siguientes servicios: Atención sociosanitaria a personas en situación de dependencia, Acompañamiento social, Acompañamiento hospitalario y Limpieza.
Como ya se ha mencionado, el proyecto se ha planteado como una cooperativa integral, para que no sean solamente las personas trabajadoras las beneficiadas, sino también las usuarias. En palabras de la cooperativa: “La condición de persona socia usuaria (o consumidora) implica que la misma persona usuaria del servicio forme parte de la estructura empresarial. Como persona socia, ayudarás a conseguir los objetivos de la cooperativa y tendrás derecho a participar en los espacios de decisión de la cooperativa (asamblea general), un voto por persona socia. Esto garantiza la máxima calidad al precio más justo, ya que la calidad y el precio del servicio serán acordados democráticamente entre personas socias trabajadoras y usuarias. Dicho de otro modo, el hecho de que la persona usuaria forme parte de la empresa garantiza que la persona usuaria tenga plena capacidad de decisión sobre su propio proceso de cuidado, tanto en lo que se refiere al servicio como a su precio”.
Tal y como se lee en la página web de la cooperativa, “Maitelan pretende ser algo más que una empresa, pretende ser un punto de encuentro para todas aquellas personas y organizaciones que creen que los cuidados son algo que nos interpela a todas, que las personas somos interdependientes por naturaleza y que los trabajos de cuidados están desigualmente repartidos en la sociedad, recayendo mayoritariamente sobre los hombros de las mujeres en general, y de las mujeres racializadas en particular”.
Fuente: Maitelan