El pasado miércoles 24 de junio, REAS Euskadi celebró su Asamblea Ordinaria del año 2020. Por primera vez en su historia y dada la situación actual de pandemia, se desarrolló online.
En una primera parte, se presentaron brevemente los documentos sujetos a aprobación por parte de la Asamblea que con antelación se habían enviado: informes de actividad y económico de 2019 y plan de gestión y presupuesto 2020.
El 2019, tal y como recoge su informe, fue un nuevo año de realización de numerosas actividades y de avances en nuevos ámbitos. Como novedades cabe destacar el cambio de formato de la tradicional Feria de Economía Solidaria a la de FEESTA. Internamente, es de reseñar el proceso de reorganización del equipo técnico a partir del diagnóstico Bizigarri y, en el marco de la red, la confección de batería completa de indicadores de Auditoria Social, con su lectura propia feminista. Financieramente, ha sido un año positivo y los excedentes pasarán a formar parte de los fondos propios de reserva.
Precisamente por ello, y dada la situación especial producida por la pandemia, el presupuesto de 2020 no contempla el ingreso de las cuotas anuales, dado que se aprobó condonarlas. Un plan de gestión en el que, aprobado en un formato más sencillo hasta contar con un nuevo Plan estratégico, se desarrollarán actividades planificadas en 2019 como el itinerario de emprendizaje social Koopfabrika, el impulso del Polo de Economía Social y Solidaria-ekonoPolo, la edición de guías de compra pública responsable, el acompañamiento formativo en economía solidaria de la Red Comparte de América Latina, o la publicación de un diccionario de términos de economía feminista relacionados con la economía solidaria.
En una segunda parte de la Asamblea, todas las entidades presentes hicieron un comentario sobre su situación actual, las previsiones de futuro y los retos a los que una red como REAS Euskadi debiera responder. Fue un momento especialmente interesante y también emocionante, pues se mostraron situaciones de dificultad y también de fortalecimiento, previsiones sombrías y también esperanzadoras. En algo si hubo consenso: en la necesidad de reforzar la intercooperación y el trabajo en red y en mostrar que, en tiempos como este, la Economía Social y Solidaria es más necesaria que nunca.
Informe y plan de gestión aquí
Fuente: REAS Euskadi