Entrevistamos a Pablo Moratalla, Coordinador de EHLABE Asociación vasca de entidades no lucrativas, que fomentan la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad. Con una larga trayectoria laboral, entre los centros especiales de empleo de iniciativa social, nos relata: la actualidad de los CEE, la transición del empleo protegido al ordinario, el papel de las mujeres en estas entidades y los retos a futuros para el sector.
Después de la pandemia y de las diferentes crisis que han afectado recientemente a la sociedad vasca ¿Cuáles son los principales objetivos de EHLABE y sus entidades?
Una vez se ha logrado pasar los peores momentos, tanto de la pandemia como de la crisis económica y social que produjo, las entidades de iniciativa social agrupadas en EHLABE han tenido como objetivo principal y fundamental el mantenimiento de los puestos de trabajo de todas las personas trabajadoras con discapacidad, especialmente de los colectivos con más necesidades de apoyo.
A partir de ahí, y como objetivos complementarios, se está trabajando intensamente en dos líneas fundamentales: seguir generando nuevas oportunidades laborales inclusivas y de calidad buscando nuevos nichos de mercado y actividades en sectores emergentes y, a la vez, seguir trabajando en todo lo relacionado con la formación, al objeto de reducir y ajustar la brecha que existe entre las exigencias/requerimientos de las actividades que se realizan y las capacidades de las personas trabajadoras.
¿Podrías hablarnos sobre la importancia que tiene para las personas con discapacidad el tránsito del empleo protegido al empleo ordinario? ¿Cuáles son sus principales características?
Dentro del modelo vasco de inclusión que las entidades de iniciativa social de EHLABE gestionan, además de los diferentes servicios de empleabilidad, destacan las diferentes vías de empleo por las que las personas con discapacidad pueden optar, entre ellas, el empleo en un CEEis o el empleo en una empresa del entorno. Las propias personas trabajadoras con discapacidad, en función de sus deseos, capacidad y oportunidades que ofrece el mercado laboral, pueden optar por alguna de estas vías.
La mayoría de entidades de EHLABE disponen de unas Unidades, llamadas de “Empleo con Apoyo” (haciendo referencia la metodología que utilizan), que tienen como objetivo principal apoyar a las personas que quieren trabajar en una empresa del entorno. El personal técnico de las Unidades de Empleo con Apoyo trabaja en una triple vía:
Primeramente, prospección, búsqueda de tareas y ofertas de empleo del entorno ordinario que puedan ser realizadas por personas con discapacidad.
En segundo lugar, asesoramiento y selección de personas candidatas junto con la empresa.
Y, por último, una vez la persona es contratada, formando, apoyando y realizando el seguimiento necesario para que la persona trabajadora pueda ejercer el trabajo de manera adecuada.
Como dato destacado, las entidades de EHLABE, en colaboración con las empresas de la CAPV, logran que más de 100 personas con discapacidad de media anualmente logren y mantengan un empleo.
¿Cuál es el papel de las mujeres en los Centros Especiales de Empleo de iniciativa social de Euskadi?
El papel de las mujeres en los CEEis es exactamente el mismo que el de los hombres. La diversidad en todos los planos (género, sexual, cultural, etc.) es un elemento común a todas las personas con discapacidad (y sin discapacidad) que trabajan en nuestras entidades.
Creemos que todas las personas, hombres o mujeres, con la capacitación y los apoyos necesarios, pueden desempeñar cualquier actividad en cualquier sector y ese debe ser nuestro objetivo. Es cierto, que las plantillas de personas trabajadoras de nuestras entidades están desequilibradas en cuanto al número de hombres y mujeres debido a que, la mayoría de ellas, iniciaron su andadura profesional hace más de 20-30 años y en aquellas décadas la empleabilidad entre las mujeres con discapacidad era muy baja.
No obstante, a través de la puesta en marcha de diferentes planes, acciones y medidas positivas, cada vez más mujeres con discapacidad acceden a nuestras entidades a trabajar (especialmente mujeres con discapacidad intelectual y enfermedad mental) y, cada vez en mayor número en actividades/sectores que hasta ahora estaban masculinizados.
¿Consideras que las mujeres con discapacidad sufren una doble discriminación?
Sí, las mujeres con discapacidad sufren una doble discriminación por su condición de mujeres y por tener una discapacidad. Aunque es cierto que no podemos saber a ciencia cierta la influencia de cada una de ellas, la suma de ambas, dejan a este colectivo en una situación de desventaja en relación a los procesos de empleabilidad.
Todavía hoy, la mayoría de los empleos no tienen en cuenta las necesidades de conciliación existentes en la sociedad (turnicidad, desplazamientos, etc.). Esta realidad perpetúa las dinámicas que llevan a las mujeres con o sin discapacidad a tener que dedicarse a los cuidados.
En el caso de las mujeres con discapacidad esta tendencia es aún mayor, al considerárseles en muchas ocasiones “incapaces” para acceder al mercado laboral y de esta forma relegárseles a funciones de cuidados en muchas ocasiones no elegidas por ellas.
Por ello, desde nuestras entidades, intentamos que todas y cada una de las acciones formativas y las diferentes actividades y puestos de trabajo que ofertamos, sean totalmente inclusivos y adaptados ya desde su planificación y diseño inicial.
Aun así, es necesario seguir trabajando para los servicios, formaciones, actividades y empleos que generemos sean totalmente adaptadas, inclusivas y accesibles para cualquier persona con discapacidad cualquiera que sea su género, discapacidad, etc.
¿Qué evolución crees que han tenido los CEEis vascos en los últimos años en Euskadi?
A pesar de las diferentes crisis sanitarias, sociales y económicas que hemos ido encadenando los últimos años, la evolución de los CEEis puede considerarse muy positiva. Hemos conseguido visibilizarnos como entidades relevantes de la economía social de la CAPV generando, no sólo empleo y oportunidades laborales en los CEEis sino que hemos sido capaces, en colaboración con empresas del entorno, administraciones públicas, entidades de la discapacidad, servicios sociales, centros salud mental, familias, … gestionar itinerarios completos sociolaborales y convertirnos en herramienta de inclusión social y laboral para personas con alguna discapacidad pero con muchas capacidades.
De esta forma, poniendo a la persona en el centro de nuestra labor, hemos logrado gestionar actividades sostenibles y rentables que han permitido generar más oportunidades y ofrecer un abanico completo de servicios de orientación especializada, formación (ocupacional, dual, FP básica, etc.) en todas sus vertientes y disponer de Unidades de Empleo con Apoyo para trabajar también oportunidades laborales en empresas del entorno.
En definitiva, los CEEis han logrado desarrollar un modelo abierto, inclusivo y accesible, siempre además en línea con los principios y valores de la economía social, convirtiéndonos, como señalaba anteriormente, en una de las familias más relevantes en la CAPV.
¿Cómo ves el futuro de los CEEis?
Hoy en día, los entornos productivos son cada vez más volubles y cambiantes y muchas veces poco predecibles, con la incertidumbre y dificultades que ello genera a entidades como las nuestras.
A pesar de ello, creemos que los principios, valores (desarrollo de lo local, la persona sobre el capital, prevalencia de las personas con discapacidad con mayores necesidades de apoyo) y prácticas de trabajo innovadoras que nos ha llevado a ser un referente estatal y europeo en la generación de empleo, conforman una base suficientemente sólida para seguir desarrollando nuestra misión de generación de oportunidades de empleo para el colectivo.
No obstante, debemos seguir trabajando en colaboración con todos nuestros grupos de interés para seguir mejorando el modelo vasco de inclusión y que las personas con discapacidad sigan teniendo más y mejores oportunidades de acceder a un empleo digno y de calidad, mientras seguimos siendo un sector competitivo. Con esta receta, estamos convencidos que estaremos bien posicionados ante los retos y transiciones que llegan.
¿A qué retos se enfrenta el sector de la ESS de cara al futuro?
Concretamente, podemos destacar algunos retos específicos del sector:
- Seguir posicionando y poniendo en valor del Modelo Vasco, a la vez que continuamos aplicando procesos innovadores socialmente que contribuyan a mejora el propio Modelo.
- Continuar reforzando la inclusión laboral de las personas con discapacidad a través del mantenimiento del empleo en los CEEis y adelantándonos al impacto que la automatización, industria 4.0, la robótica y los avances tecnológicos van a tener. Es necesario, además, explorar con más ahínco las nuevas oportunidades laborales que van llegando en el contexto de las tres transiciones sostenibles (verde, digital, social)
- Seguir trabajando con las empresas de la CAPV en los procesos de inclusión de las personas con discapacidad en empresas del entorno, reforzando la metodología del Empleo con Apoyo como herramienta fundamental para lograrlo. Incluimos en este reto también, el empleo público de las personas con discapacidad con mayores necesidades de apoyo.
- Mejorar y garantizar el cumplimiento de los mercados públicos reservados
- Reconocer el valor añadido y la innovación social, anticipando soluciones para el envejecimiento activo.
- Y finalmente, aunque no por ello mucho menos relevante, avanzar en la igualdad de las mujeres que, como decíamos, sufren una doble discriminación por su discapacidad y por ser mujer, teniendo en cuenta la perspectiva de género en todas las decisiones que se toman; y al mismo tiempo dando importancia a la sensibilización, visibilización y empoderamiento.
Fuente: OVES/GEEB