Recientemente Juan Luis Arrieta Pagalday se ha jubilado tras llevar las riendas de la Secretaría General Técnica del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi durante 27 años. Amablemente nos ha contestado unas preguntas.
– Tú incorporación al CSCE/EKGK se realizó precisamente para ponerlo en marcha. ¿Qué recuerdos tienes de esos primeros días?
Tanto a nivel personal como profesional los recuerdos vienen marcados como algo novedoso e interesante, no solamente por la naturaleza de mis tareas sino por la autonomía en la ejecución de las mismas.
En resumen, un reto ilusionante que me ayudó a complementar mis conocimientos del área de la división empresarial de Caja Laboral de la que provenía.
– Sin duda 27 años es mucho tiempo, pero ¿ha sido suficiente para cumplir todos los propósitos iniciales?
Los propósitos iniciales se centraban, básicamente, en entablar los primeros contactos y criterios de actuación estratégicos y operativos con las entidades públicas y las universidades. Mis conocimientos del área empresarial cooperativa, eran ya importantes y aún era inexistente la vertebración a través de las entidades asociativas correspondientes, de las instituciones representativas del movimiento cooperativo.
Los citados propósitos iniciales se vieron cumplidos transcurridos los primeros años. Posteriormente, estos propósitos tuvieron que ir adaptándose a los objetivos que se fijaban por parte de las distintas entidades con la complejidad que ello suponía. Para ello, además de contar con el resto del personal del Consejo, se empezaron a diseñar las bases de lo que posteriormente se materializaría como entidades participadas (Oinarri S.G.R. y Elkar-Lan S.Coop.) cuyo balance de actuación es altamente satisfactorio.
– Como testigo privilegiado, ¿cómo puedes resumir la evolución del cooperativismo vasco en estos años?
Resumidamente destacaría un par de décadas (80 y 90) en las que se impulsó y consolidó el empleo cooperativo. Con posterioridad, se empezaron a sentir los primeros efectos de la crisis global que afectó a todos los sectores de actividad y que obligó a poner a prueba los mecanismos de solidaridad e intercooperación. Estos mecanismos, están permitiendo al menos paliar los efectos de la crisis pero, en mi opinión, continúan vigentes como retos futuros sobre todo en el ámbito de las cooperativas no pertenecientes a Mondragón Corporación Cooperativa.
En la actualidad, resaltaría el notable impulso experimentado por el número de nuevas cooperativas constituidas, destacando las pequeñas cooperativas que van a demandar, también a mi juicio, la debida adecuación de las actuaciones de fomento por parte de las entidades públicas y asociativas del movimiento cooperativo al sector de las pequeñas cooperativas.
– ¿Por qué es importante el cooperativismo?
Porque supone una fórmula que, desde la asunción de las normas de la economía real y en coherencia con su valores, aporta una realidad ampliamente difundida y contrastada en las últimas décadas, todo ello con el objetivo ilusionante y que continúa siendo de plena actualidad, de contribuir al reforzamiento de las ideas que posibiliten unos objetivos comunes entre el interés público y el privado de las empresas, así como entre los intereses de los empleados como trabajadores y como empresarios.