Ante esta pregunta, SETEM Hego Haizea, Mugarik Gabe, Colectiva XXK, REAS Euskadi -Red de Economía Alternativa y Solidaria- y la Coordinadora de ONGD de Euskadi nos embarcamos en el 2022 en un proceso en el que reflexionar juntas alternativas a un modelo laboral que no es vivible y que reproduce lógicas de las que queremos escapar.
Comenzamos juntándonos con otras organizaciones de REAS Euskadi. Teníamos claro que la construcción colectiva y desde la práctica era imprescindible. En la primera fase de este proceso, organizamos tres sesiones de trabajo en las que tratamos de ir aterrizando cuáles eran las claves para que una política laboral pudiera definirse como feminista. Sin tener todas las certezas, avanzamos sobre algunas intuiciones. La primera tenía que ver con la necesidad de mover el foco, es decir, de transitar de un modelo basado en el productivismo y que profundiza sobre la división sexual del trabajo hacia modelos laborales que pongan su foco en el bienestar de las personas y que avancen hacia lo que hemos llamado organizaciones habitables. Esta idea de habitabilidad nos ofrece la posibilidad de imaginar nuevos contextos, pero también, de recuperar prácticas que ya se están poniendo en marcha en otras organizaciones.
Nuestra segunda intuición se relacionaba con la complejidad de construir un marco común “universal” para todas las personas, pero que diera respuesta a la diversidad, desde una lógica que busque el equilibrio entre las necesidades individuales y colectivas y que incorpore (¡ahí es nada!) una perspectiva interseccional. La tercera intuición tenía que ver con la importancia de avanzar en nuestras organizaciones con lo que ya tenemos, mientras construimos nuevos caminos, estrategias y formas de hacer.
De esta primera fase nos llevamos además muchos aprendizajes y experiencias concretas de organizaciones que, en diferentes momentos de sus políticas laborales. están diseñando y poniendo en marcha herramientas y procesos de trabajo innovadores desde este enfoque habitable feminista
En la segunda fase de este proceso (2023) queríamos dotar de más contenido a esta propuesta. Acercar estas intuiciones y experiencias a claves más concretas. Para ello, hemos construido 10 principios y 20 acuerdos para la definición de una política laboral que ponga la vida de todas en el centro. Entendiendo que es un mínimo común, que tendrá luego, en cada entidad, un desarrollo o profundización propios. Los principios pretenden definir una especie de valores compartidos, de horizonte. Los acuerdos nos mueven más hacia el compromiso, hacia el hacer, para avanzar en ese sentido.
Estos 10 principios nos permiten avanzar hacia organizaciones y políticas laborales más habitables y feministas. Los entendemos como una hoja de ruta, como una guía para valorar si, sea lo que sea aquello que hagamos, nos está permitiendo acercarnos a cumplir estos principios o, por el contrario, nos aleja de ellos:
- Colocar en el centro de nuestras organizaciones la corresponsabilidad
- Resignificar el empleo
- Redistribuir la riqueza y el poder
- Promover el crecimiento y empoderamiento de las personas que componen la organización
- Generar espacios seguros, libres de violencias
- Contar con un marco común, universal para la organización, que responda a la singularidad de las vidas
- Hacer con lo que ahí y construir lo nuevo
- Integrar la mirada del medio/largo plazo
- Fortalecer las dinámicas de colaboración, alianza e intercooperación
- Fortalecer nuestra identidad feminista interseccional y anticapitalista
Además de los 10 principios, proponemos 20 acuerdos relacionados con los diferentes ámbitos en los que se concreta una política laboral:
- Visibilizar las horas productivas y reproductivas de nuestras organizaciones
- Rechazar por principio las horas extra
- Avanzar en la reducción de la jornada laboral
- Apostar por la flexibilidad horaria, con límites
- Respetar el derecho a la desconexión propia y ajena
- Definir qué es un salario digno para la ESS
- Avanzar hacia un reparto justo de la riqueza
- Avanzar hacia formas de trabajo más colectivas
- Resolver la sobrecarga de tareas
- Reconocer el valor de todos los trabajos interviniendo sobre las jerarquías implícitas o explícitas
- Integrar los diferentes momentos del ciclo vital de las personas
- Entender el desempeño como una parte de este fortalecimiento de capacidades
- Apostar por otras formas de coordinar y de liderar nuestras organizaciones cooperativas y diversas
- Definir modelos de participación más abiertos y horizontales, que se ajusten a cada organización
- Integrar la escucha como un elemento central para una mayor pertenencia, confianza y agencia
- Garantizar un buen espacio de trabajo y asegurar el teletrabajo
- Corresponsabilizarse en el cuidado de los espacios
- Reconocer la centralidad del bienestar de todas las personas
- Mejorar en la gestión de los disensos, los privilegios, los conflictos…
- Celebrar, reconocer y disfrutar.
Estos contenidos están recogidos con más detalle en sendos documentos que están disponibles en la web de REAS Euskadi. Esperamos que todas estas reflexiones, con sus certezas y sus abismos, puedan acompañar a, cada vez, más organizaciones en sus procesos de transformación organizacional feminista.
* Reseña sobre el contenido del proceso “Ante el no me da la vida, política laboral feminista” impulsado por SETEM Hego Haizea, Mugarik Gabe, la Coordinadora de ONGD de Euskadi y REAS Euskadi y acompañado por Colectiva XXK. Como punto de partida para esta reseña está un artículo escrito sobre el proceso por María Viadero de Mugarik Gabe, miembro del grupo motor.
Fuente: REAS Euskadi- Zaloa Pérez