El modelo cooperativo de Laboral Kutxa logra hacer frente a la crisis

marzo 13, 2015 | Sin categorizar

Laboral Kutxa, el brazo financiero de la Corporación Mondragón, ha sido capaz de salir airosa de la convulsión de la crisis económica gracias a la combinación de solvencia y rentabilidad, mientras a su alrededor se desplomaba buena parte del sistema financiero.

En el año 2014, Laboral Kutxa alcanzó unos beneficios de 109 millones euros, generando más movimiento y mayor fluidez de crédito a familias y empresas. Asimismo, las previsiones para el año 2015 son buenas señala su Presidente, Txomin García, destacando que existen las condiciones adecuadas para considerar expectativas de crecimiento, como la elevada liquidez y los reducidos tipos de interés, que en última instancia hace necesario mover grandes volúmenes para obtener márgenes de rentabilidad.

Igualmente señala que la tensión que generan estos reducidos tipos de interés para la cuenta de resultados se ha abordado desde dos dimensiones: la especialización para aportar valor añadido al cliente y la eficacia. La fusión con Ipar Kutxa y la integración del negocio de seguros han respondido al nuevo modelo y a la racionalización de costos. Ahora, las oficinas son más grandes, con más efectivos y mayor productividad, con incrementos del 20% sobre el volumen de negocio gestionado. En este sentido, la actividad aseguradora está ganando peso en el negocio de Laboral Kutxa, constituyéndose como el segundo eje del “core business” de la entidad junto a la banca.

Por otra parte, García destaca la ventaja de funcionar bajo un modelo de banco cooperativo, ya que no se encuentran con las exigencias de los accionistas en un contexto de tipos de interés tan bajos que dificulta la obtención de grandes beneficios. Por el contrario, los socios trabajadores no presionan en este sentido, sino que consideran más importante la robustez de la entidad y su legado, más que la rentabilidad a corto plazo. Asimismo, Laboral Kutxa está demostrando en un sector tan competitivo y dinámico que no es necesario ser un banco de gran tamaño para poder sobrevivir y ser eficiente en un mundo globalizado, gracias en buena parte a la motivación de sus trabajadores e implicación con el cliente.

Por otra parte, el modelo cooperativo sigue demostrando sus diferencias con respecto a otras empresas convencionales del entorno. En este sentido, destaca la mayor austeridad en los sueldos de los directivos y presidente de Kutxa Laboral, mientras que en otras entidades bancarias del sector, observamos subidas salariales extraordinarias en momentos de crisis como los actuales.

Por último, en relación a la comercialización de aportaciones financieras de Fagor y Eroski, Txomin García destaca la preocupación por la insatisfacción de ciertos clientes, y la necesidad de ofrecer vías para solucionarlo, habiendo sido un primer paso el poder cambiar la deuda perpetua por bonos a plazo.

Fuente: El Correo