Se organizó en Donostia el día 25 de enero por parte del Instituto de Economía Social y Derecho Cooperativo GEZKI, en la que tomaron parte la cooperativa Peñascal, la Red de Economía Alternativa y Solidaria REAS Euskadi y el Instituto HEGOA.
La sesión tuvo lugar en el campus de Gipuzkoa de la UPV/EHU, a la que asisitió, mayoritariamente, el alumnado del Máster oficial en Economía Social y Solidaria de la universidad pública. Comenzó con la introducción y exposición del profesor de la UPV/EHU e investigador de HEGOA Juan Carlos Pérez de Mendiguren, quien también forma parte del comité de REAS para la continua mejora y seguimiento de la Auditoria Social de la red.
Para empezar, el profesor recordó que el tema de la medición del impacto social de las entidades (no solamente de aquellas que se sitúan en la economía social y solidaria) está muy de moda, a la vez que es un campo abierto para la discusión. Presentó brevemente tres auditorías/balances sociales diferentes como son la SROI (Social Return On Investment), la Auditoría Social de REAS y el IRIS, muy extendido en Inglaterra, ya que en dicho país las empresas sociales tienen obligación de medir su impacto social para recibir ciertas ayudas.
Acto seguido, planteó la importancia de tener en cuenta, a la hora de analizar cada herramienta, varias cuestiones. Primero, para quién se mide el impacto social, ya que en el caso del IRIS, por ejemplo es el Gobierno quien es el receptor, mientras que en la Auditoría Social de REAS se mide, sobre todo, para las propias entidades de la red. Relacionado con la cuestión anterior, hemos de tener en cuenta para qué se mide. También es importante quién hace la auditoría, si es un agente externo (para otorgar sellos, por ejemplo) o si es la propia entidad quien se auto-evalúa. La última cuestión se refiere a los stakeholders, es decir, a quién se pregunta al medir el impacto social, si solamente a la entidad o también a los grupos de intereses.
Para finalizar, Juan Carlos puso sobre la mesa la función de los balances/auditorías, y defendió que dichas herramientas tienen que servir para mejorar la organización de las entidades, más allá de la simple “medición” del impacto social generado.
Después, Amaia Naveda de REAS Euskadi presentó la herramienta concreta de la red, la Auditoría Social, una herramienta auto-evaluadora y aglutinadora. Con ella las entidades de REAS pueden medir el grado de consecución de los principios de la carta de la economía solidaria de su entidad, y aglutinando los resultados según sectores, zonas geográficas, etc. se consigue una perspectiva global de la red, diferenciando la economía solidaria con el resto de las empresas tradicionales.
Una de las potencialidades de dicha herramienta es, como bien explicó Amaia, que con los indicadores y preguntas recogidas y realizadas en la elaboración de la Auditoría Social, las entidades tienen la posibilidad (y ello es el fin) de mejorar sus actuaciones y formas organizativas para lograr transformarse y mejorar su impacto social. También puso en valor la constante actualización y revisión de la herramienta, siendo prueba de ello la incorporación de indicadores con perspectiva feminista en la última versión.
Por último, Iñigo Garitaonandia de Peñascal Cooperativa tomo la palabra, para explicar las dificultades y oportunidades que la Auditoría Social de REAS tiene para una organización, en este caso en una entidad centrada en la inserción socio-laboral y que se dedica a diversos trabajos (desde fontanería hasta hostelería…). Destacó, entre las dificultades, lo complicado de recabar ciertos datos, sobre todo en una entidad con varios centros de trabajo. Entre las oportunidades, resaltó la utilidad de una herramienta dinámica a la hora de realizar los planes de gestión para mejorar en los principios de la carta, así como para tener una fotografía de lo que las personas de la entidad tienen de la misma.
Se cerró la jornada con aportaciones desde el público asistente.
Fuente: OVES