La viceconsejera de Trabajo y Seguridad Social, Elena Pérez Barredo, se ha reunió el pasado 19 de julio en Vitoria con representantes de las familias de la Economía Social para darles a conocer los resultados de la estadística de 2020, que se ha revelado como un ejercicio en el que este colectivo resistió a pesar de las severas restricciones a las que obligó la pandemia.
Según los datos presentados, en 2020 bajó el peso del empleo industrial en las familias de la Economía Social y subió el del sector servicios. Además, hubo una mayor proporción de empresas innovadoras en relación a la economía vasca en su conjunto. Los datos en relación a empleo o aportación al PIB son, asimismo, positivos, si bien se ha detectado que preocupa la captación y retención del talento. En la reunión se han adelantado, además, las primeras impresiones sobre la encuesta de 2021.
En el encuentro, en el que también tomó parte el director de Economía Social, Jokin Díaz Arsuaga, se informó además sobre la solicitud hecha al Ministerio de Trabajo y Economía Social para que Donostia sea Capital Española de Economía Social en el segundo semestre de 2023, coincidiendo con la Presidencia española de la Unión Europea.
Por parte de las familias de la Economía Social participaron representantes de EHLABE, FUNKO, Gizatea, Konfekoop, Asle y el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, entre otros.
Fuente: Irekia