A finales del año 2021 ASLE realizó una encuesta a las empresas asociadas sobre el nivel de impacto de la crisis del covid19, perspectivas a medio plazo y sus mayores preocupaciones de cara al 2022, con este estudio da por finalizado este observatorio.
Este estudio ha recibido 35 encuestas, que representan el 13% del total de empresas asociadas. Esta última encuesta muestra una mayor participación de las empresas de servicios, especialmente en el territorio de Gipuzkoa. En cuanto al tamaño, las empresas de menor tamaño, con menos de 6 personas trabajadoras, son las que han participado mayormente en la encuesta.
Del total de empresas participantes, casi la mitad declaran haber solicitado un ERTE durante la crisis del COVID 19. Este porcentaje es mayor entre las empresas industriales, de acuerdo a lo que ha venido analizando en el marco del Observatorio. En esta ocasión, el total de las empresas de la construcción participantes declaran haber solicitado algún tipo de ERTE, pero a la vista de los resultados de encuestas anteriores, este dato pudiera no ser representativo del sector y deberse a alguna respuesta aislada.
Problemas a los que se enfrentan las empresas en la actualidad
En términos generales, la mayor preocupación que tienen las empresas es, sin lugar a dudas, la dificultad para realizar previsiones; mientras que la carga de trabajo insuficiente, siendo un aspecto preocupante, ha quedado relegada a una segunda posición muy alejada de la primera. Se trata de una preocupación generalizada, si bien es cierto que el sector industrial y construcción muestran una mayor preocupación respecto al resto.
Permanece la preocupación por las dificultades financieras y de liquidez. No obstante, ha desaparecido la preocupación por los impagados.
Un aspecto que continúa llamando la atención en la encuesta es la preocupación sobre el nivel de absentismo, especialmente tras la aparición de la variante Ómicron. Éste se manifiesta como un problema creciente que alcanza el 20%, afectando a las empresas, a sus cadenas de valor y dificultando el cumplimiento de los compromisos en plazo. Este dato analizado desde un punto de vista sectorial, muestra una inversión respecto a la última encuesta, dado que muestran una mayor preocupación las empresas de servicios, frente a las industriales.
En cuanto a la necesidad de amortizar puestos de trabajo, aspecto que se encuentra limitado para las empresas que se han acogido a un ERTE por fuerza mayor, es un aspecto de los menos preocupantes para nuestras empresas.. Por último, cabe destacar la flexibilidad que han demostrado las Sociedades Laborales y Empresas Participadas para adaptarse al uso de nuevas tecnologías y al teletrabajo, cuando esto ha sido posible, siendo el aspecto por el que las empresas no sienten inquietud alguna.
Fuente: ASLE-Observatorio COVID19