La 11ª Academia de Economía Social y Solidaria de la OIT, celebrada los días 14 a 18 de octubre en Madrid, concluyó con una declaración suscrita por la OIT, CEPES y el Ministerio de Trabajo en la que se afirma que la Economía Social “tiene importantes desafíos de adaptación al futuro del trabajo, a la vez que contribuye a dar respuesta a los cambios tecnológicos, a la transición energética, a la digitalización y a los desequilibrios medioambientales, demográficos y de corrección de desigualdades”. La declaración fue leída en la sesión de clausura de la Academia, que durante la semana contó con 350 participantes de 40 países, representantes de Gobiernos -de ámbito nacional, autonómico y local-, de organizaciones empresariales y sindicales, empresas y entidades de la economía social, organismos internacionales y universidades.
El manifiesto constata también que la Economía Social “crea y mantiene empleos estables y de calidad, asegurando el acceso de las personas jóvenes al mercado de trabajo y la promoción de una igualdad de género efectiva. Asimismo, fomenta la competitividad y la diversidad empresarial, con un modelo de empresa que corrige las desigualdades sociales y territoriales a través de una redistribución más equitativa de los beneficios”.
Además, según la declaración, la Economía Social y Solidaria “es pionera en innovación social y tecnológica, ofreciendo soluciones a retos económicos, sociales, digitales, tecnológicos, energéticos o demográficos, también desde la I+D+i. Y facilita el desarrollo sostenible de los territorios, fijando la población, evitando la deslocalización y poniendo en valor sus recursos naturales, culturales y turísticos”.
Otros motivos para otorgar un lugar prioritario a la Economía Social en el debate del futuro del trabajo es su contribución a la prestación de servicios sociales de calidad o a consolidar el Estado del Bienestar y el modelo social, afrontando las consecuencias del cambio demográfico.
El manifiesto recalca que la economía social impulsa la inclusión social y una igualdad de oportunidades para todas las personas, especialmente para las personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social; y promueve un modelo productivo que favorece la descarbonización de las economías, avanza en la producción de energías renovables y en la economía circular.
Puede accederse a toda la documentación, aquí.
Fuente: OVES, Observatorio Español de Economía Social