En marzo se celebró en Salvador de Bahía, Brasil, el último Foro Mundial, reuniendo movimientos de economías alternativas de todo el mundo ante la hegemonía del sistema capitalista, diez años después de la crisis de 2008. El objetivo era doble: visibilizar las propuestas y facilitar la cooperación a todos los niveles. La coordinación de este proceso se llevará desde Barcelona, con la presencia de la Xarxa de l’Economia Solidaria, REAS y la Red Intercontinental.
Al no haberse producido los cambios esperados en financiarización económica, pobreza o desigualdad, así como en medio ambiente, productivismo y consumismo, aunque han surgido enfoques novedosos en redes y acciones alternativas a todos los niveles con fines transformadores sociales y medioambientales (democracia, sostenibilidad, bienestar), se pretende potenciar cuatro ejes:
a) Las economías feministas que visibilizan y denuncian las desigualdades de género (trabajo de cuidados, división sexual de los trabajos).
b) La soberanía alimentaria y la agroecología, para unir economía y sostenibilidad ambiental, soberanizar y desmercantilizar los bienes naturales y alimentarios e impulsar los circuitos cortos.
c) Los comunes naturales, urbanos y digitales que quedan fuera de la mercantilización, que deberían ser gestionados de manera social y comunitaria.
d) La economía social y solidaria, con las personas en el medio y la sostenibilidad de la vida, a través de actividades cooperativas y auto-gestionadas, el mercado social, el comercio justo y las finanzas éticas.
Para ello se pretenden reunir movimientos e iniciativas de todo el mundo, para intercambiar y colaborar, compartir y visibilizar, articular y multiplicar. Se trata, en ese sentido, de un llamamiento amplio que reúna al máximo posible de movimientos e iniciativas de las economías transformadoras y, además, una metodología que promueva el intercambio y el trabajo colaborativo, a través de una Agenda común global que haga confluir los cuatro ejes y la preparación de un Foro Social Mundial de la Economía Transformadora en 2020. El trabajo seguiría después de 2020, para lograr mayor impacto, agregación e influencia en las políticas públicas.
Fuente: REAS