30 aniversario del comercio justo. 1986-2016. El mercado Social de Euskadi con el comercio justo

mayo 31, 2016 | Sin categorizar

30 aniversario del comercio justo. 1986-2016. El mercado Social de Euskadi con el comercio justo

El Mercado Social de Euskadi suscribe el posicionamiento del Consorcio de Entidades de Comercio Justo de Bilbao en la celebración del 30 Aniversario del inicio del Movimiento en nuestro territorio.

Y tú, ¿eres Comercio Justo?

El sistema económico capitalista y el comercio internacional están dominados por la lógica del libre mercado, que sitúa la competitividad y la obtención del máximo beneficio económico por encima de los derechos de las personas, de las condiciones laborales y de la preservación del medio ambiente. Este sistema genera profundas desigualdades.

Según el último informe del PNUD la pobreza continua afectando a mil millones de personas y la desigualdad ha aumentado. El 80% de la población mundial posee el 6% de la riqueza global mientras que el 1% posee la mitad de esta riqueza. Además existen 830 millones de personas trabajadoras empobrecidas, es decir, que viven con menos de 2 dólares al día, y 1.500 millones de personas no cuentan con unas condiciones de trabajo dignas y seguras.

Por otra parte, según la Organización Internacional del Trabajo, el trabajo infantil sigue afectando a 168 millones de niños y niñas, de los que la mitad realizan trabajos peligrosos. A escala mundial, las mujeres ganan un 24% menos que los hombres.

El sector textil es un ejemplo emblemático de cómo millones de mujeres y hombres que trabajan en fábricas o en talleres en condiciones de explotación a cambio de salarios de miseria. La deslocalización de la producción ha trasladado la confección de las prendas de vestir a países de bajos salarios y escaso respeto a los derechos laborales y a la protección del medio ambiente.

El Comercio Justo y la Economía Solidaria nacen, al igual que otros movimientos sociales, de la necesidad de buscar alternativas a este sistema económico y comercial que margina a gran parte de la población, generando pobreza y aumento de las desigualdades.

Se desarrollan con el objetivo de crear nuevos modelos para procesos económicos que involucran, principalmente, a personas productoras en pequeña escala, pero también interpelan a las personas consumidoras. Estos modelos proponen una mirada crítica al hegemónico – regido exclusivamente por la lógica de la rentabilidad -, tanto en los aspectos sociales como ambientales, y centran sus acciones en valores como solidaridad, equidad, justicia, reciprocidad, transparencia, entre otros.

Así, el Comercio Justo y la Economía Social y Solidaria son dos movimientos que se encuentran, se articulan y se entrelazan para proponer alternativas frente a las desigualdades, el individualismo y la exclusión que genera el modelo económico imperante, ofreciendo a la vez, una alternativa comercial justa, viable y sostenible, social y medioambientalmente.

En concreto, el Comercio Justo es mucho más que un conjunto de criterios éticos que se aplican a la producción y comercialización de determinados productos. Se trata de un movimiento internacional que lucha por la transformación social, denunciando las injustas reglas comerciales que rigen el sistema económico actual y proponiendo un modelo alternativo, regido por criterios de justicia social, económica y ambiental. Para ello, trabaja de forma simultánea en tres ejes: comercialización, movilización social e incidencia.

Los efectos positivos del Comercio Justo son diversos y se traducen no solo a nivel económico, sino que también a nivel medio ambiental y social; como por ejemplo la mejora de las condiciones laborales, la libertad de expresión y/o la participación en la toma de decisiones.

Al incorporar el Comercio Justo en los criterios de un consumo responsable las personas consumidoras se convierten en el eslabón final de la cadena, haciendo posible con sus compras un sistema de producción y distribución que garantiza una vida digna a personas productoras.

La unión del Comercio Justo y la Economía Social y Solidaria, brinda a las personas consumidoras una oportunidad –que se suma a otras opciones de consumo responsable– de comprar artículos de calidad de forma coherente con sus principios éticos, así como de ejercer un papel activo en la transformación social para construir una sociedad más equitativa.

Fuente: REAS